En este artículo vamos profundizar en los conceptos y habilidades que nos permiten crear relaciones con significado.
Estar en relación no es solo ser el hijo de, la esposa de, el empleado de, etc. Estar en relación es una conexión mucho más profunda con las personas.
Cuando queremos construir una relación con significado hay tres principios básicos en los que nos resultará muy útil enfocarnos:
Visión, Límites e Intimidad
Estas tres claves nos permiten crear relaciones con significado. Tanto con una pareja, como con un familiar, amigo, compañero de trabajo, etc. Estas claves proporcionan una comunicación clara, limpia y completa. La comunicación necesaria para poder tener una relación plena y enriquecedora.
Vamos a ver en profundidad cada una de estas 3 claves:
Visión
La visión es la conciencia de lo que está ocurriendo en la relación a un nivel profundo.
La gente aparece en tu vida para enseñarte el amor que eres capaz de dar y recibir. Una relación es una oportunidad de enfrentarte cara a cara con tu definición de amor.
La relación es un laboratorio de sanación donde tus debilidades y miedos se ven reflejados en la otra persona. Este laboratorio, bien aprovechado, es la forma más sencilla de potenciar nuestro desarrollo personal.
En este laboratorio la “responsabilidad” de la otra persona es la de elevar tus más grandes miedos para que los puedas sanar.
¡Atención… la intención es sanar nuestros propios miedos no cambiar a la otra persona para que los miedos no sean visibles!
Si un miedo está escondido no se puede sanar. Si un miedo está escondido ten por seguro que aparecerá. Y aparecerá de las formas más sutiles y destructivas.
Entonces… ¿Cómo se sanan estos miedos? La única manera de sanar los miedos es siendo conscientes de ellos y dándonos cuenta de que no dejamos de existir si los experimentamos.
¿Cómo se sana el miedo a hablar en público? Hablando en público y viendo que ningún meteorito cae sobre nosotros por esa palabra pronunciada a destiempo… ¿Cómo se sana el miedo a la soledad? Estando en soledad y experimentando que no nos desintegramos por ello…
Todo miedo esconde en sus profundidades el temor a dejar de existir… Si no me quieren, estaré solo, si estoy solo no podré sobrevivir, no podré ser feliz, no podré soportarlo, dejaré de existir… Si fracaso… dejaré de existir… Sí me arruino… no podré sobrevivir… Si mi pareja me es infiel… no lo resistiré…
Cada relación es una oportunidad para ver tu “locura”, lo que piensas sobre ti, lo que sientes sobre ti, lo que esperas tú… Cada relación te muestra tu «patología emocional».
Una vez que has visto tu “locura” puedes tomar la responsabilidad y sanarla, entonces ese reflejo se disipará. Recordemos que la función de la mente es buscar coherencia entre nuestras creencias y la realidad. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos.
¿Cómo ves la relación con tus hijos? Y ¿con tu pareja? Y ¿con tus padres? …
Límites
Una relación es un lugar donde debes tener claro cuál es la clase de relación que tienes con tu poder.
Las relaciones suelen ser juegos de poder. Para que una relación sea equilibrada los poderes de las personas que la componen deben estar equilibrados.
El poder es la energía para estar conectado contigo mismo. Con tus deseos y aspiraciones. Se muestra como tus patrones de comportamiento y de comunicación. Como la búsqueda de control y la toma de decisiones.
Para tener una relación sana con nuestro poder es necesario saber poner límites.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que a la hora de poner límites lo que estamos haciendo es reclamar el espacio, el tiempo o la consideración que necesitamos para sentirnos bien. No estamos intentando dirigir el comportamiento de otra persona, sino reclamando nuestro derecho a sentirnos bien.
Para poner límites necesitamos asertividad, no agresividad. No hay necesidad de intentar intimidar o humillar a otros para mantener nuestro espacio. Esto es contraproducente. Al igual que pedir y rogar tampoco funciona.
La forma sana de poner límites es hablar o actuar por nosotros mismos metódicamente y desde un estado emocional neutro.
Por otra parte, cuando ponemos límites a una persona que no suele respetar los límites de los demás, le estamos haciendo un regalo.
Por lo general, las personas que no respetan los límites de los demás experimentan frustración, ira y miedo. Lo que reciben de otras personas es hostilidad. Y perciben que los demás se alejan de ellos o les abandonan. Como consecuencia les resulta muy complicado aprender los beneficios de respetar a otros.
Todos estamos aprendiendo, así que cuando pongas un límite y este sea respetado por alguien que no lo hacía, no olvides darle un feedback positivo.
Intimidad
Confianza es el principio que va profundamente ligado a la palabra intimidad. La intimidad se desarrolla con confianza y comunicación sincera.
Cuando dos personas comparten su propia intimidad se genera una comprensión y compasión profunda por la otra persona.
La fidelidad surge también de ese compartir. No se refiere únicamente a la parte sexual. La fidelidad es también atención. Cuando prestamos atención a las personas con las que nos relacionamos estamos expresando nuestra lealtad a la propia expresión de esas personas.
A parte de estas tres claves, hay algo más que influye enormemente en la forma en la que nos relacionamos con los demás…
Nuestro “patrón de unión” o «bonding pattern»
El patrón de unión es un comportamiento que incorporamos en la etapa más temprana de nuestra vida. Es un patrón de comportamiento que aprendemos para poder estar en relación. En unión con los demás.
Lo que esperamos recibir en una relación es lo mismo que recibimos cuando éramos pequeños. Además, esperamos recibirlo de la misma manera en la que lo recibimos.
Cuando hemos tenido unos padres que no nos han dejado desarrollarnos y aprender por nuestra cuenta, podemos adoptar el rol de niño en nuestras relaciones. Cuando hemos tenido unos padres que estaban ausentes (física o emocionalmente) y hemos tenido que ocuparnos nosotros de resolver asuntos, podemos adoptar el rol de padre. Cuando hemos tenido unos padres muy críticos con nosotros, podemos convertimos en los jueces/críticos de la relación.
Creamos relaciones acordes a nuestro patrón de unión aprendido. En base a esto, construimos dos clases de relaciones:
Relaciones Basadas en Necesidades:
Este tipo de relaciones están basadas en cubrir necesidades. “Si tú haces esto por mí, yo haré aquello por ti”. “Yo no te digo lo que me molesta de ti y tu no me dices lo que te molesta de mi”. “Si tu me salvas de mi soledad yo te salvo de tu soledad”, etc.
Son relaciones en las que se imponen condiciones que normalmente violan los límites personales y la libertad de expresión.
Este tipo de relaciones generan mucha frustración y resentimiento. Pues la mayor parte del tiempo carecen de los 3 principios básicos que generan relaciones con significado. Visión, límites e intimidad.
Relaciones de Igualdad
Las relaciones de igualdad son relaciones en las que las personas que las forman son conscientes de que se encuentran en un mismo nivel. En las que la comunicación, el respeto y la honestidad son la máxima.
Son relaciones en las que “tú sabes y yo sé que tus necesidades son importantes” y “tú sabes y yo sé que mis necesidades son importantes”. Donde das y recibes por la simple alegría de hacerlo. No esperas nada a cambio.
Son relaciones en las que “hago lo que quiero y digo lo que quiero”. En las que “si me gusta te lo digo y si no me gusta te lo digo” y en las que, por supuesto “si estoy enfadado lo digo”. La ocultación y la mentira no tienen cabida en este tipo de relaciones. Estas son relaciones de igualdad.
La comunicación sincera es una llave al paraíso para las relaciones conscientes. La Paz y la Honestidad son el objetivo común de estas relaciones.
Si queremos disfrutar de relaciones plenas y con significado debemos eliminar la codependencia, las críticas y las quejas. Si estás en un lugar que no es sano para ti, estás abusando de ti.
Somos responsables de nuestra propia felicidad, de como nos sentimos, de lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, de lo que elegimos…
De lo que está pasando en nuestra vida.
Para que una relación sea una relación con significado debe estar basada en el amor, la confianza, la lealtad, el compromiso, el apoyo, el respeto y la honestidad. Pero antes de que esto pueda ser con los demás…
la relación con nosotros mismos debe primero estar basada en todos estos principios
«Amar es encontrar en la felicidad ajena tu propia felicidad»
Gottfried Leibniz
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