La Coherencia Cardiaca es fuente de nuestro poder interno. Es armonía física y emocional

Cuando nos encontramos en un estado de Coherencia Cardíaca nuestro sistema nervioso y el resto de los sistemas de nuestro cuerpo trabajan en armonía, sincronizados y de manera eficaz.

Se ha descubierto que nuestro corazón posee una red de neuronas, aproximadamente unas 40.000. Esta red funciona de manera autónoma, como un pequeño cerebro. De echo, es llamada El Cerebro del Corazón.  Este Cerebro del Corazón se comunica directamente con el cerebro craneal. A pesar de su reducido tamaño, en comparación con el cerebro craneal, el campo electromagnético que genera este sistema de neuronas del corazón va de 90 centímetros a 2 metros. En contraste con el campo electromagnético que genera el propio cerebro, que oscila entre 3 centímetros y 2’5 metros. 

Cuando entramos en un estado de Coherencia Cardiaca, a través de las técnicas diseñadas para ello, el campo electromagnético del corazón se amplía. Al mismo tiempo que todos los sistemas de nuestro cuerpo comienzan a funcionar sincronizados y en armonía, nuestras emociones se alinean con el corazón y con el cerebro.

Nuestro bienestar Emocional se une a nuestro bienestar Físico

Las señales que el corazón envía al cerebro regulan nuestras emociones. El corazón posee neuronas con memoria a largo plazo y memoria a corto plazo. Las señales que estas envían al cerebro afectan a nuestras experiencias emocionales. 

El campo electromagnético que emite el corazón también cambia en función de las emociones que experimentamos

El corazón envía mucha más información al cerebro que el cerebro al corazón. El 20% de la comunicación que circula entre el corazón y el cerebro, va desde el cerebro al corazón y el 80% va desde el corazón al cerebro. 

El corazón genera 60 veces más energía que el cerebro y la amplitud de sus ondas es 5000 veces mayor que la de las de las ondas del cerebro

Conociendo estos datos podemos imaginar la relevante importancia que tienen las emociones en nuestra experiencia de vida.

“El corazón tiene razón”

Sentir o recordar emociones negativas, provoca desequilibrios en nuestro sistema nervioso. Cuando sentimos emociones negativas el corazón envía señales al cerebro. Este, a su vez, envía señales al sistema hormonal. Se liberan en la sangre una serie de químicos. Como por ejemplo el cortisol, que si se produce en exceso resulta dañino para nuestra salud. En esta situación, la Variabilidad de nuestro Ritmo Cardiaco es desordenada e Incoherente.

Una Variabilidad del Ritmo Cardiaco Incoherente bloquea funciones cognitivas. Como la atención, la memoria, la percepción y la resolución de problemas. En estado de incoherencia somos más propensos a sufrir estrés, ansiedad, apatía, depresión, etc.

Por el contrario, las emociones positivas generan beneficios, tanto a nivel fisiológico como psicológico. A nivel fisiológico evocar emociones positivas, como amor, alegría, gratitud, compasión, etc., estimula el sistema inmune. Nuestra salud aumenta y nos sentimos más livianos. A nivel psicológico las emociones positivas permiten al cerebro ser más creativo. Encontrar soluciones eficaces a los problemas reales. Cuando sentimos emociones positivas la Variabilidad del Ritmo Cardiaco genera unas ondas Coherentes. Estas equilibran todos los sistemas de nuestro cuerpo. La capacidad de pensar con claridad, aprender, recordar, razonar y tomar decisiones acertadas se ve aumentada considerablemente. Nos encontramos en Coherencia Cardiaca.

Hablar de Coherencia Cardiaca es hablar de eficiencia. Cuando estamos en coherencia los sistemas nervioso, cardiovascular, hormonal e inmune trabajan en armonía y de manera eficaz.

¿Cuáles son los beneficios de estar en Coherencia Cardiaca?

En términos generales, la Coherencia Cardiaca incrementa nuestra resiliencia (la capacidad de prepararse, recuperarse y adaptarse ante una situación de estrés, reto o adversidad) y afina nuestra intuición.

Además, reduce el estrés y la ansiedad. Mejora el sistema inmunitario. Mejora la calidad del sueño. Aumenta el nivel de energía. Mejora la atención y la concentración. Aumenta la capacidad de aprendizaje y la de resolución de problemas.

Desarrollar la inteligencia del corazón nos lleva a estar más conectados con nosotros mismos y con los demás

Esto genera un fuerte impacto positivo sobre nuestras relaciones interpersonales. La confianza en nuestra intuición aumenta, con lo que nuestra confianza en nosotros mismos y en los demás también aumenta. Esto provoca que la comunicación con los demás sea mucho más fluida. No solo nosotros experimentamos este estado, las personas con las que interactuamos también lo perciben. Nuestro campo electromagnético afecta a todos los que están a nuestro alrededor. 

¿Cómo podemos conseguir estar en Coherencia Cardiaca durante más tiempo?