Si quieres hacer tus sueños realidad sólo hay una cosa que tienes que hacer… vivir en la verdad. Vivir en una mentira nunca dará sentido a tu vida.
Veamos como el Dr. Dragos Bratasanu explica esto:
Puede ser difícil vivir desde la verdad. Si deseas algo de corazón puede interponerse la mente diciendo cosas como: ¿y si no funciona?,¿y si no lo logro?,¿qué pensarán mis padres?,¿y mi pareja?,¿y mis amigos?, etc. Si hacemos caso a nuestra mente y nos enfocamos en los miedos acabamos actuando en contra de nosotros mismos. En contra de nuestra voluntad, de nuestros sueños, de lo que verdaderamente nos está llamando.
Por fuera, puede parecer que nuestra vida es perfecta. Puede que tengamos un buen trabajo, una familia sana, que vivamos en un país bonito… pero en el fondo nos sintamos tristes. Miramos a nuestro alrededor y no hay ninguna razón para sentirse deprimido, lo que hace que nos sintamos aún peor, pues no hay ninguna razón para sentirse así.
Pero eso es sólo la apariencia, existe una razón muy poderosa. El corazón está gritando desde lo más profundo de nuestro ser y la mente no quiere escuchar. Cuanto mayor es el espacio entre la mente y el corazón, más profunda es la sensación de depresión.
La forma de convertir tus sueños en realidad es volver a la verdad, volver al corazón, volver al amor.
Algunas de las preguntas a plantear para ver en que punto te encuentras son: ¿Cuál es tu voluntad en este mundo? ¿A qué le das valor en tu vida? ¿Estás viviendo desde el corazón? No es fácil, en esta sociedad, vivir desde el corazón, abrir nuestra experiencia a la verdad. Pero, el camino hacia la verdad es el camino hacia nuestros sueños.
Algunas de las preguntas que te ayudarán a comenzar el camino hacia tus sueños son: ¿De qué te arrepientes? ¿Qué lamentas? ¿Cómo puedes vivir, a partir de ahora, sin acumular arrepentimiento o lamentos? Dite la verdad a ti mismo. La honestidad es la forma más elevada de amor.
Para tomar una dirección más concreta hacia tus sueños puedes responder a lo siguiente: Si pudieras hacer algo, sin ninguna posibilidad de fracasar, y generar un impacto positivo en el mundo ¿qué sería? Si tuvieras un millón de euros y estuvieras libre de deudas ¿qué harías? ¿Qué es lo que te apasiona resolver? Si tuvieras que resolver algún problema, ¿qué problema elegirías resolver? ¿Cuáles son las cosas por las que estás preocupado en el mundo? ¿Qué es lo que más te molesta o incomoda? ¿La pobreza, que todos lo seres humanos tengan agua corriente, cuidar la naturaleza, la falta de comunicación, la educación…?
El resentimiento de no haber, ni siquiera, intentado hacer lo que querías puede convertirte en una persona amargada. Cuando no intentamos algo puede aparecer el arrepentimiento, cuando lo intentamos y no lo logramos, no nos arrepentimos. Pues en ese camino hemos encontrado plenitud, aunque no hayamos llegado al destino. Se trata de elegir el proceso, no el resultado.
Quieres ser un escritor, pero no haces nada para conseguirlo, quieres trabajar con niños, pero no haces nada, quieres tener tu propio negocio, pero no haces nada… Lo que tu corazón te llama a hacer y tu no escuchas, crea dolor. Porque no estás usando la mente para honrar tu corazón. Para descubrir cómo puedes transformar lo que está dentro de ti en una realidad. En su lugar, estás usando la mente para ignorar, bloquear, despreciar y devaluar lo que hay en tu corazón. Hasta que la verdad no se hace realidad en la mente lo que se está haciendo es negarla.
Sin embargo, cuando abrazas tu verdad, el dolor se va en un instante. La vida comienza a cobrar sentido. Tu mente, tu corazón y tu comportamiento están alineados. Hay coherencia. Estás desplegando tu poder.
El sufrimiento aparecerá a lo largo del camino. Pues el sufrimiento es parte de la vida, pero serán pequeños golpecitos que esta da. Al final del camino, el dolor traerá mucho resentimiento. En cambio, el sufrimiento traerá alegría. Pasar por ese sufrimiento con la condición de saber que este tiene significado, hace del camino la propia fuente de sentido. El sentido de la vida sólo se puede encontrar en la verdad.
Cuando ignoras tu verdad, la mente va en contra del corazón. Te comportas y vas en contra de tu propia voluntad. Entonces tu cuerpo se desequilibra. Tu sistema inmunitario se debilita. Al final te acabas poniendo enfermo porque tienes conflictos internos y tu cuerpo está batallando con ellos. Te encuentras exhausto. Aparecen los enfados, la ansiedad, la depresión… La gente prueba de todo, alcohol, drogas, sexo, el juego, compras compulsivas, cualquier cosa para huir del dolor. De la sensación de vacío interior. Y nada funciona, porque ¡la verdad no puede ser negada!
Cuando niegas tu verdad no compartes tu trabajo, parece que no tiene sentido. Te pagan, pero detestas cada minuto en el. Y vives sólo para el fin de semana. Lo más trágico es que te empieza a costar contentar a los demás, no te sientes aceptado. No porque los demás no te acepten como eres, sino porque tú no te aceptas como eres. No estás honrando tu verdad y la llamada de tu corazón.
Cuando alineas la mente con el corazón, estás sereno, tu cuerpo está equilibrado, tu sistema inmunológico está fuerte. No tienes conflictos internos. Exploras y aprendes a explorar. Tienes el conocimiento y la experiencia que se requiere para tener éxito, pues surge del propio proceso de alineación. Te sientes pleno con el proceso y con el resultado. Fluyes hacia tu sueño, en vez de empujar hacia el. Te sientes libre y completo porque estás escuchando la llamada de tu corazón.
Vivir en tu verdad es la clave para conseguir tus sueños.
“El sentido de la vida es darle sentido a tu vida”
Viktor Frankl
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