Alcanza tu Máximo Potencial

Alcanza tu Máximo Potencial

Categoría: Noticias

Alcanza tu máximo potencial, lo hemos oído muchas veces, pero… ¿Qué significa eso realmente? Pues significa ni más ni menos elegir vivir una vida lo más alejada de la inconsciencia posible. Elegir vivir una vida consciente.

Según la Dra. Ali Walker, autora del libro Get Conscious la llave para experimentar nuestro máximo potencial en la vida es ser conscientes. Y ¿Qué significa ser conscientes?

Todos nosotros tenemos un Territorio Emocional que viene determinado por todos los programas que hemos construido siendo niños. Cada emoción la hemos programado y la asociamos a esas emociones que surgieron entonces cuando vivimos unas ciertas experiencias.

Si por ejemplo cuando eras niño ibas a la playa con tu familia, jugabas y disfrutabas con la arena y el mar, tendrás asociada una emoción agradable a la playa. Y la sentirás cuando vayas a la playa.

Y si, por ejemplo, tus padres discutían, cuando eras pequeño, mientras ibas en el coche, puede que sientas ansiedad cuando subes a un coche.

Ser inconsciente es no entender estos programas. En relación con los ejemplos anteriores las conclusiones que sacaríamos, desde la inconsciencia, serían, me encanta la playa y no me gustan los coches. Eso es vivir inconscientemente.

Cuando comenzamos a traer a la conciencia nuestras emociones, empezamos a conectar con el niño interior que todos llevamos dentro. La infancia vive en nosotros como nuestro territorio emocional.

La conciencia es como un ascensor en el que sus botones nos llevan a diferentes pisos. Vivir la totalidad de lo que somos sería apretar el botón para ir al último piso. Podemos elegir que botón queremos apretar. El ascensor de la conciencia nos permite elegir a dónde queremos poner nuestra atención.

Muchos de nosotros resistimos ser conscientes, tomar ese ascensor y apretar el último botón, porque tememos que ese ascensor nos lleve a algún piso que da mucho miedo. Entonces preferimos quedarnos en el sótano. Al menos sabemos cómo es el sótano, es un lugar conocido.

Normalmente, cuando sentimos una emoción desagradable no queremos mirarla, no queremos ver lo que hay debajo. Creemos que si la miramos no dejaremos de sentirla. Y lo que queremos es no sentirla. Pero precisamente dejaremos de sentirla cuando veamos lo que hay debajo. Cuando veamos que eso que hay ya no aplica a nuestra vida en el presente.

No se trata de volver a la infancia y revivir todos los traumas, sino de mostrar amor y aceptación por lo por lo que se nos esté presentando en este momento. Permitir a la emoción ser, no importa lo incómoda que sea. Mostrar amor y aceptación por nuestras emociones es lo mismo que mostrarlo por nosotros mismos.

Creemos que nuestra felicidad depende de las grandes decisiones que tomamos en la vida. ¿Qué voy a estudiar?, ¿de qué voy a trabajar?, ¿con quién voy a compartir mi vida?, ¿a dónde voy a vivir?…

Pero nuestra felicidad no depende de esas grandes decisiones, nuestra felicidad depende de las pequeñas decisiones que tomamos en cada instante ¿Qué estoy pensando?, ¿qué estoy sintiendo ahora? Las respuestas a estas preguntas no se sienten como algo grande, pero ¡no nos dejemos engañar! Lo que pensamos y sentimos en cada momento es lo que realmente marca la dirección de nuestras vidas de un instante a otro.

La mente es una parte más de nosotros. Igual que se cuida el cuerpo con una dieta sana y se entrena con ejercicio, podemos entrenar nuestra mente y proveerla de una “dieta” de pensamientos sanos. Necesito ser consciente de lo que como para que mi cuerpo esté bien y necesito ser consciente de lo que pienso para que mi mente esté bien.

La Dra. Walker propone un ejercicio práctico, para comenzar a ser conscientes y vivir desde nuestro máximo potencial. Lo llama “¿Qué hay debajo?”

El ejercicio consiste en que, cuando estemos sintiendo una emoción particular, nos hagamos las siguientes preguntas: ¿Cómo me estoy sintiendo ahora?… y ¿qué hay debajo de eso?… y ¿debajo?… Así sucesivamente. Con estas preguntas descubrimos nuestro territorio emocional y llegamos al centro de nuestro niño interior.

Pongamos un ejemplo…

¿Cómo me siento?

Me siento ansioso porque tengo que terminar una tarea para mañana.

Y ¿Qué hay debajo de eso?

Miedo a que la tarea no esté bien hecha.

Y ¿Qué hay debajo de ese miedo?

No ser suficientemente bueno. Inseguridad.

Y ¿Qué hay debajo de eso?

Que si no soy suficientemente bueno no me van a valorar.

Y ¿Qué hay debajo de eso?

Que si no me valoran no me quieren… Resumiendo, si mi tarea no queda bien hecha no me van a querer, no seré digno de amor.

Y ¿qué hay debajo de eso?

Cuando era pequeño si no sacaba buenas notas mis padres se enfadaban conmigo y no me demostraban amor. Sentía que no merecía su amor si no “hacía la tarea bien”. Sentía que no me querían si no hacía la tarea bien.

Y viendo la situación ahora ¿Me querían?

Sí.

Entonces tomo conciencia y deshecho esa creencia de que tengo que hacer las cosas bien para poder ser digno de recibir amor.

Si continúas yendo hacia abajo llegarás a tu niño interior. Debajo de nuestra experiencia emocional siempre hay o un niño perdido o un niño mágico. Todos los niños perdidos buscan amor, atención y seguridad. Eso es lo que buscan nuestras emociones. De nosotros depende cubrir nuestras propias necesidades proveyendo ese amor, atención y seguridad a nosotros mismos, a nuestras emociones, a nuestro niño interior.

La Dr. Walker destaca cuatro pasos de acción consciente para vivir una vida consciente en la que poder desplegar nuestro máximo potencial:

1 Honrar todas nuestras emociones

Podemos ver nuestras emociones como niños que viven en nosotros. Cada emoción necesita ser amada, no rechazada. ¿Cómo tratarías a un niño que tiene miedo?, ¿le ignorarías? Ignorar o negar nuestras emociones es como intentar meter un globo en el agua. Tarde o temprano nos cansaremos de empujar hacia abajo y saldrá a la superficie.

Muchos de nosotros hemos sido enseñados a no mostrar nuestras emociones. Nos dijeron que era mejor tener preferencia por nuestros pensamientos racionales más que por nuestras emociones vulnerables. Pero, la realidad es que en la vulnerabilidad se encuentra nuestra fortaleza.

2  Elegir solo pensamientos positivos

No se trata de negar los pensamientos que no son positivos, sino de no elegirlos.

3  Confiar en los mensajes y sensaciones del cuerpo

Debemos entender que nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro cuerpo son todo uno. Debemos tener una perspectiva holística. Porque el amor por nosotros mismos está reflejado en la manera en la que nuestro cuerpo se siente

 

4 Acción consciente. Trabajar con el flujo de la vida y el amor.

La práctica diaria de la conciencia es una herramienta muy poderosa. La práctica diaria de meditación, aunque solo sea 10 minutos al día, provoca grandes cambios en nuestro cerebro a corto plazo. Cuando nuestro cerebro se encuentra en un estado completo de coherencia genera unas ondas, las ondas gamma, que son las más rápidas de las ondas cerebrales. Estas requieren que toda la actividad mental se dirija en la misma dirección. No hay resistencia toda la mente está en el presente. Cuanto más conseguimos este tipo de ondas más conseguimos estar en nuestro estado de máximo potencial. Toda la mente va en la misma dirección, no hay resistencia

Conciencia Pura es toda la actividad cerebral moviéndose en la misma dirección, con mínima o ninguna resistencia.

Trabajar con el flujo de la vida es ver la vida como un flujo de momentos sin juzgarlos. Por ejemplo, después de cenar me quiero sentar en el sofá, pero la cocina está esperando que la limpie. Juzgo que limpiar la cocina es un fastidio y que sentarse en el sofá es maravilloso. Hay que amar tanto una cosa como la otra, pues es una metáfora de nuestra vida. No juzgar los momentos. Tenemos verlos simplemente como un flujo en el que se van sucediendo.

 

Ahora que ya sabemos que la infancia vive en nuestro territorio emocional y conocemos los cuatro pasos que propone la Dr. Walker para la acción consciente… ¿Qué botón eliges apretar en el ascensor de la conciencia?

“La verdadera revolución es la evolución de la conciencia”

 

 

¿Te resulta interesante? ¡Compártelo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre protección de datos

Responsable: Mayte Roger Garzón.
Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios.
Legitimación: Tu consentimiento.
Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
Información adicional: Más información en nuestra Política de privacidad.